martes, 30 de agosto de 2022

UNA EPIDEMIA DENOMINADA “FEMINICIDIO”

Existe una enfermedad social que se transmite día tras día sin distinción alguna, sin importar que su concentración se dé en países ricos o pobres, a los que están en guerra o a los que están en paz, sin excepción alguna, el feminicidio es una realidad. Este es un delito por discriminación, donde la víctima principal es la mujer y ha sido definido como la “muerte violenta de mujeres, por el hecho de ser tales” o “asesinato de mujeres por razones asociadas a su género”.




Entre las expresiones más sobresalientes de violencia contra las mujeres catalogan el feminicidio y la violencia física, aunque este fenómeno tiene otras múltiples manifestaciones igualmente dañinas para la sociedad, que reproducen la subordinación y el maltrato, resultan aun especialmente dañinas hacia las mujeres.

La manera en que los medios de comunicación informan sobre temas de violencia de género, han sido siempre motivo de atención y que siempre traen consigo un gran impacto en las sociedades. Por su parte, el feminicidio afecta no solo una larga lista de derechos de las mujeres, sino que la historia de violencia que lo antecede trunca proyectos de vida y causa efectos económicos, en la salud física y mental de las mujeres, y genera efectos negativos en su entorno.

En el Perú, cada año alrededor de cien mujeres son asesinadas por sus parejas o ex parejas, según las cifras oficiales de feminicidio del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), así se puede en nuestro país existe la probabilidad de que una mujer sea asesinada por su pareja que por un extraño. Así mismo, datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDES), afirmaron que siete mujeres de cada diez han sido víctimas de alguna forma de violencia de parte de su pareja alguna vez en su vida.

Pese a que en el Perú las cifras sobre violencia y sobre feminicidio circulan bastante en medios académicos e incluso en medios de comunicación, el feminicidio como fenómeno ha sido poco explorado, lo que lleva a la reflexión de que es necesario generar mayor atención sobre esta problemática que incrementa con el diario acontecer.

La violencia y el feminicidio deben ser considerados en todo su contexto por las agendas mediáticas, la responsabilidad del manejo informativo debe ser compartida entre todos los actores sociales involucrados. Así mismo, considero importante que el foco de los noticieros y periódicos mayormente alimentan un reportaje de violencia injustificable pero que “vende”, concentrando su atención en la víctima, con la intención de fortalecer una doble victimización, dejando en abandono social a las mujeres.

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